OSTIO Y LOS ROMANOS
«LEYENDAS DE CERDEÑA»
Autora: Grazia Deledda
Fecha de edición: 1988 (Pertenece a la colección de doce cuentos de Cerdeña)
PERSONAJES PRINCIPALES
Ostio: Es el protagonista, era el nieto de un pastor, era un joven valiente y muy feroz
Pastores: Personas que se ganaban la vida con el pastoreo en Cerdeña
Aldeanos: Personas que habitan Cerdeña en los que se incluyen mujeres, ancianos,
niños, jóvenes...
RESUMEN DE LA LEYENDA
Los romanos llegaron a Cerdeña con el objetivo de hacerse ricos, ya que allí había minas
de plomo. Los habitantes de Cerdeña decidieron atrincherarse y esconderse en
montañas mientras que los visitantes se encontraban en la isla. No era una población
preparada para la batalla, ya que casi todos eran pescadores, campesinos...
En aquella época vivía un joven llamado Ostio, que era un chico muy valiente y feroz
cuanto menos. Un día Ostio se harto de estar escondido y decidió avisar a todos los
jóvenes que estaban con él. El tenía un plan y era ir a por aquellos romanos que
entraron en Cerdeña, todos los jóvenes aceptaron. Todo el plan debía quedar oculto ya
que si se lo decían a las demás personas no les dejarían llevar el plan a cabo.
Llego la noche, era la hora de la salida. Toda la multitud de jóvenes salieron en caballos
a toda velocidad para que nadie se diera cuenta de este pequeño ataque pero, en aquel
momento un pastor que cuidaba de su rebaño les vío pasar, inmediatamente el hombre
fué ha avisar a toda las personas que se encontraban en la gruta que era donde estaban
escondidos.
Los padres de los jóvenes quedaron asombrados y inmediatamente salieron a por los
chavales pero, no había caballos, toda la multitud de jóvenes se los llevaron. Decidieron
ir a pie aún sabiendo que llegarían tarde...
Cuando los padres de los jóvenes llegaron a la posición de los romanos, se encontraron
con sus hijos, estaban intactos y desarmados. Los romanos se acercaron a los hombres y
les dijeron:
-No peleamos con jóvenes pero, estamos asombrados con la valentía de vuestra gente y
nos encantaría «firmar» la paz entre nosotros.
Los hombres aceptaron el tratado de paz de los romanos, entre todos empezaron un
nuevo trayecto hacia insignias romanas.
FIN
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